La vida de Adèle (título original en francés La vie de Adèle) es una película francesa de 2013, dirigida por Abdellatif Kechiche e interpretada por Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos. Está basada en la novela gráfica francesa Le Bleu este une couleur chaude (literalmente en catalán “El moratón es un color cálido”, 2010), de Julie Maroh.
La obra explica la historia de Adèle (Adèle Exarchopoulos), una chica de 15 años, la identidad sexual de la cual tambalea cuando conoce Emma (Léa Seydoux), una chica de cabellos azules; sin embargo, «Adèle no sabe encontrar la paz, ni con sus padres, ni con este mundo lleno de moralidades absurdas, ni consigo misma». El film fue rodado a Lilla, al norte de Francia, y destaca por sus imágenes sexuales que pueden incluso llegar a ser chocantes.
La vida de Adele y la crítica recibida
Se trata de una película atípica, que viene a presentarse como una alternativa a lo que venimos acostumbrados a ver. Una película liberal que viene a ofrecer el amor y los sentimientos de una manera abierta, transparente, auténtica. Tanto los miedos como las inseguridades que tienen lugar durante el enamoramiento, se presentan a la perfección en esta obra. Desde el principio se consigue que el espectador empatice con Adele, con su personalidad, con la montaña rusa de sus emociones, porque sus emociones son una auténtica montaña rusa con giros muy acentuados.
Para todos aquellos que quieran ver un film, diferente, alejado de lo convencional, encontrarán en “La vida de Adele” una historia con mucha profundidad argumental y psicológica. Una obra romántica realizada con el fin de conmover corazones de una manera brillante. Todo una exaltación de la pasión y del amor platónico, una película que además hacer reflexionar sobre cosas de la vida de tanta relevancia como el amor, y que nos guían en el día a día, y que marcan el camino que conforma nuestro yo. Una película que da que pensar, y mucho.